CUANDO la poesía cae,
cuando
la poesía llueve su candor,
se
convierte en cuerpo,
cuerpo
de mujer y corazón que se abre
a
los colores para reivindicarse ante los hombres hablando de mujeres, de ti en
el fondo.
Corazón
que te llegas y te vas tan temprano,
que
me abrazas y me dejas en conjoja
de
haberte sentido
tus
labios
como
el que siente un suspiro.
Corazón,
cuerpo que me abraza con la mirada,
con
los brazos; como de siempre,como conocidos en otra vida
que
arrastra el sentimiento.
Y
te miro
y
veo en esa sonrisa reflejada en tus ojos
otros
ojos, otras mujeres,
todas
en ti.
Sonrisa
que se me escapa
como
copos entre las manos
no
sabiendo cuando el próximo,
cuando
la futura amarga despedida
entre
versos de delirio
cuando
el deseo se dispara
y
peca
y
hasta se atreve a llamarte amada.
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