Foto de Angeles Fernangómez |
Hoy mayo es la revuelta y la alegría,
primavera indignada y necesaria.
Ha llegado de nuevo
el esperado tiempo de cerezas,
un tiempo de esperanzas recogidas,
y semillas que quieren germinar.
Este mayo es la luz,
el viento, la palabra,
todo lo que ha de ser
y estaba aletargado:
una mirada inmensa,
un sueño rescatado,
una vieja promesa...Y nos invade,
anida en las esquinas
de una memoria antigua,
heredada, agazapada, latente,
y dispuesta, por fin, a despertar…
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Marisa Peña
Precioso poema para una realidad que da un aldabonazo y abre cauce a la esperanza
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