domingo, 3 de abril de 2011

El poeta y la palabra

A veces, ante el dolor, sobran las palabras…
O nos falten,  tal vez,  las que son más precisas,
esas  que no se dicen, esas que todos callan :
 por miedo, por vergüenza, por desidia.
Quizás por ignorancia.
¿ Y dónde están entonces los poetas?
¿Dónde se esconden , dónde,
los perfectos estetas del lenguaje,
los virtuosos de la palabra ?
 ¿será  que no se atreven
 o  que no son capaces
de pronunciar o de acuñar, siquiera,
entre sus bellos versos,
 palabras como asco, náusea, infamia, injusticia,
 verdugos, asesinos, sangre, dolor, horror,
horror a manos llenas?
 ¿Con qué riman los ojos sin luz de los niños escuálidos?
 Las ciudades bombardeadas,
los jirones de hombres masacrados,
 ¿con qué riman?
¿Con qué riman los desaparecidos,?
 Y los niños robados, y los presos sin nombre,
 ¿con qué riman?
 ¿Con qué hermosas metáforas, o  imágenes oníricas,
mencionar a los muertos,
 a los ajusticiados,
a los parias sin tierra?
Cuando los hombres sufren,
cuando los niños gritan,
cuando no quedan lágrimas en las cuencas vacías de los muertos.
Cuando el dolor del mundo desborda las acequias,
los ríos, las entrañas profundas de la tierra,
entonces, dime, entonces ¿qué hacen los poetas?
“Da miedo ser poeta; da miedo ser un hombre
consciente del lamento que exhala cuanto existe
Da miedo decir alto lo que el mundo silencia.(…)”

Los versos de Celaya retumban en mi mente,
en un profundo abismo de conciencias dormidas.
¿Es que no oís, poetas?
 ¿Escucháis al poeta prometeico allí,
 en las alturas inexpugnables de vuestras atalayas,
de vuestras altas torres?
“Pensadlo: ser poeta no es decirse a sí mismo.
Es asumir la pena de todo lo existente”

¿Qué me decís poetas?
¿Qué sólo la belleza merece ser cantada?
¿O es que ya no hay más penas que las propias,
 dignas de vuestros versos de cristal y de mármol?
¿No hay ceniza, no hay barro?
Hoy el viento ha traído una voz que me llama
 y me pide que cargue
“con el peso mortal de lo no dicho”.
Y ahora, poetas,
contestad…,contestadme.
Estamos esperando vuestros versos.


Marisa Peña

5 comentarios:

  1. Precioso, Marisa, él se sentiría orgulloso.
    Me cuesta creerlo, lo siento mucho.
    Un beso.

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  2. Excelente poema, de una fuerza conmovedora y capaz de despertar conciencias. ¡Muy bien, Marisa!

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  3. Me gusta la fuerza de tus versos, es cierto que las lágrimas del mundo tienen que ser cantadas por los poetas,
    así como las alegrías del alma.
    Gracias por tu poesía.

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